La Interpretación de los Simios

El señor Senn golpeaba la mesa con energía e ira contenida. Yo, que estaba a su lado casi salto de espasmo.
- ¡No pueden seguir comportándose como monos! -exclamó enfadado- anda a sentarte con tus hermanos -me decía después.
Sólo ahí comprendí que estábamos en un juicio o algo similar. La sala estaba llena de gente, todos con una expresión de preocupación. Yo fui a sentarme junto a mis hermanos y mi madre, y desde ahí escuchábamos al serñor Senn, es decir, a mi padre:
- ¡Estas personas son humanos!, ¡Hasta cuándo se comportan como monos!, ¡Ustedes no son simios!
- Que pasen los acusados... -dijo el juez.

Todos volteamos para observar el espectáculo: De la puerta principal comenzaron a entrar una tras otra las persnas mono, una multitud que daba vértigo, una extraña masa uniforme... Estaban en cuatro patas, caminaban exaltados y emitían sonidos como de cerdos... Aquello lograba conmocionarme, ¡eran totalmente antinatura! Además que me llevé la sorpresa que toda esa multitud eran integrantes de mi familia paterna.
- ¡Los tíos Jara también! -exclamaba mi madre estupefacta al ver a esos tíos entre los demás.
Yo no hablé, sólo me dediqué a observar sus comportamientos pre-racionales, tratando de explicarme este desorden evolutivo ¡Simplemente no era posible!, ¡Llevamos dos milenios de civilización en la tierra!
El juicio seguramente continuó; yo no lo recuerdo... En ese momento desperté en la ciudad de Valdivia (y no llovía).