26.11.05

El negro cerebro de Piranesi

Así decía Victor Hugo en una de sus obras, y con unas palabras similares a éstas comenzaba un ensayo de este nombre de Marguerite Youcenar (seudónimo de De Crayencour) en que hablaba del artista italiano Giovanni Battista Piranesi, grabador y arquitecto. Piranesi creció en Venecia, hasta alrededor de los 20 años; luego llegó a Roma, admirando las ruinas heredadas de los clásicos, y comenzó a retratarlas y a hacer catálogos, en un intento de mantener una memoria de las glorias pasadas, que no se olvidaran en la niebla de la frágil memoria. Con esto hizo una coleccion de 135 estampas (Vedute). También hizo otra de antigüedades de Roma, en el mismo estilo.
Pero lo más relevante fueron sus obras sacadas de los más recónditos y retorcidos rincones de la imaginación, las Carceri d'invenzione, que como su nombre lo dice son cárceles de la invención, o cárceles de la mente. Esto podría aplicarse para decir que son cárceles salidas de la mente o cárceles para la mente. En estas cárceles hay todo una temática del espacio, al contrario de lo que pasaba en las vedute o en las antigüedades.
Pero me estoy desviando de lo que quería escribir al principio, que ya ni me acuerdo qué era. Era algo sobre rescatar la memoria, el patrimonio, pero me fui por otro lado.
Pero retomemos la mentalidad oscura del negro cerebro de Piranesi, que me lo recordó la visión del panóptico que hablaba Foucault, lo que me llevó también a reflexionar en cómo seguir tratando este tema de una "utópica" nueva sociedad inteligente, que, contrariamente a los temores que me comentaba Aleinad, no llegaría a los extremos de decirle a la gente cómo pensar, ya que habiéndoles mostrado que hay toda una serie de caminos distintos a los que estaban siguiendo, dentro de su tele, ordenados por otros seres invisibles a la vista de todos. Una vez que la gente se haya dado cuenta que hay otras opciones no será necesario decirles cómo pensar, sino que seguirán e innovarán con nuevas teorías que den respuesta a los problemas, logrando un mundo mucho más rico en soluciones, a diferencia de lo que pasa ahora, que hay que optar entre la menos mala que nos ofrecen.
A lo que creo que quería llegar con esto del negro cerebro de Piranesi, es que debemos buscar nuevas soluciones dentro de nosotros mismos, por retorcidas que puedan parecer en un comienzo, ya que irán tomando forma al encontrarse y hacerse parte de la realidad, pero siempre manteniendo su individualidad e identidad opuesta al orden existente, desafiando las estructuras.
Eso es lo que tenía que decir por ahora. Ha salido un poco inconexo, incoherente tal vez, pero es un poco el reflejo de lo que pasa dentro de mi mente, donde se cruzan un montón de ideas y todas luchan por salir a la superficie y verse al fin escritas, ya sea en esto, ya sea en papel.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hola. me parece buena la excusa o más bien el recurso que utilizaste, para poder llegar a tocar el tema de la diversidad en el pensar, de los distintos caminos a los que puedes acceder, y que al momento de escoger o tomar la decisión, solución o como quieras llamarlo, se necesita de mucha reflexión y ojalá no optar por la más retorcida,como tu lo mencionas.

Pájaro Verde dijo...

Pienso que todo parte por la educación, pero al ver cómo están siendo formados los futuros educadores (llámense profesores, licenciados...), pienso que viene de mucho antes: educar a los educadores, enseñarles a enseñar, y ayudarlos q que eso que tengan que mostrar no sea sólo lo que les exisge el ministerio... Un poquito de libertad no les haría mal...